EL EGO I
El Espíritu siempre ha sido esquivo. Hemos sido esquivos (as) al Espíritu: "eso son cosas de locos", dicen los materialistas. El Ser - o Espíritu -, nos sostiene a todos, es nuestra fuente de aliento y vida y, sin embargo, es algo sobre lo cual nuestros padres nos enseñaron muy poco. Juan nos dice: "Ya estaba en el mundo, este mundo que no lo reconoció. Vino a su propia casa y los suyos no lo recibieron".
Una antigua escritura de la India nos dice sobre el Espíritu, lo siguiente: " Un cuchillo no lo puede cortar, el agua no lo puede mojar, el viento no lo puede alejar, el sol no lo puede secar".
Cada molécula del universo esta llena de Ser; cada pensamiento, cada trozo de información que nos llega a través de los cinco sentidos no es otra cosa que Ser. Pero podemos pasar por alto al Ser porque este mantiene un silencio total, como un maestro coreógrafo que nunca participa en
Así como hay dos polos en un imán, uno positivo y uno negativo; las personas también cargamos con dos personajes en disputa; uno de ellos es el que se afana por el éxito material y el otro que aspira a elevarse espiritualmente. La descripción brindada por Sogyal Rinpoche en la obra "El libro tibetano del vivir y del morir" explica a las mil maravillas este descubrimiento: "Dos personas han estado viviendo en ti durante toda tu existencia. Una es el ego: charlatana, exigente, histérica, calculadora; la otra es el ser espiritual oculto, cuya queda y sabia voz has oído y atendido sólo en raras ocasiones".
La pequeña palabra "ego" ha tenido varios significados. Para la escuela freudiana es "el aspecto consciente de la psique que decide entre los instintos básicos del ello y la moralidad del super yo": Definición muy académica. El estereotipo de este modelo suele ser varón. La persona con "problema de ego" se considera que es jactanciosa, egoísta, desdeñosa, vanidosa y, por lo general, desagradable, o también, la persona dedicada al odio, la malicia y
Atención: Se puede ser altruista y bondadoso para mostrarse ante los demás... y eso también es ego. Para los fines que nos proponemos, sugerimos otra definición del "ego": "Consideremos al ego como la idea que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Es decir, que el ego no constituye mas que una idea, una ilusión, pero una ilusión que ejerce gran influencia". Nadie ha visto al ego. Se trata más bien de un fantasma que aceptamos que controle nuestra vida. El problema es que mantener esta ilusión puede impedirle conocer su verdadero yo, su esencia espiritual.
El ego es una disposición del pensamiento errónea que intenta presentarte como a ti te gustaría ser, en lugar de cómo eres en realidad, el ego es el fruto de la mente reactiva, pero este queda agazapado como un enemigo oculto. El rol de los engramas es hacer de la persona un ser totalmente autómata, incapaz de analizar algo. Es el impulso instintivo el que lleva el timón. Pero cuando los engramas son clarificados y la persona está limpia de ellos, acecha otro enemigo:
El protagonismo; aun no teniendo engramas, la persona tiene complejos de culpa, es susceptible, posee baja autoestima, se cree superior, cuestiona todo, se ofende, trata de imponer sus ideas, no permite una opinión distinta de la suya, se vuelve hipócrita, puede llegar a ser depresiva, puede estar eufórica, o introvertida. Y hay muchos más estados de protagonismo o roles que puede desempeñar una misma persona. Esos roles de protagonismo están dados por el ego, la fuente de todo lastre espiritual. El ego también genera dramas de control, buscando (para dominar) crear complejos de culpa en los demás mediante roles de víctima. Por otro lado, es obvio que cualquier persona libre de engramas y con un ego ingobernable, es fácil que vuelva a estar reactiva. Y así el campo está fértil para que se implanten nuevos engramas. Hay que tratar de lograr que el porcentaje que queda buscando roles o generando dramas de control, sea el menor posible. El ego quiere protagonizar y ser servido.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home